viernes, 27 de noviembre de 2009

El fantasma Cucufate


El fantasma Cucufate
se dio ayer un sofocón:
se manchó de chocolate
la sábana de algodón.

La metió en la lavadora,
le echó mucho detergente
y la lavó media hora
con el agua muy caliente.

Y ahora como alma en pena,
enfadado y afligido,
vaga de almena en almena:
¡la sábana le ha encogido!

Le llega por las rodillas,
igual que una camiseta,
y luce las pantorrillas
y las medias de calceta.

Tiene un enorme disgusto
porque, de frente o de espaldas,
¿a quién va a matar de susto
un fantasma en minifalda?

lunes, 16 de noviembre de 2009

Luna nueva


Cómo la mayoría de la gente, aficionada a la literatura infantil-juvenil, sabrá, este miércoles día 18 de noviembre se estrena en el cine la segunda parte de la saga de Crepúsculo.
Dicha película tratará sobre vampiros, humanos y hombres-lobo. Edward dejará a Bella y ésta lo pasará muy mal cayendo en una profunda depresión de la que Jacob, su mejor amigo, la sacará. Éste se convertirá en un licántropo que protege a los humanos. Entre Bella y Jacob se creará una conexión y una amistad muy especial que verá en peligro cuando Alice aparece en casa de Bella dándola una terrible noticia.

Aunque últimamente se han puesto de moda este tipo de libros, que los puedes encontrar en la sección infantil de cualquier biblioteca junto con las sagas de Harry Potter o de Eragon, bajo mi punto de vista no creo que estos libros o películas estén adecuados a un público infantil.
Si bien es cierto que los temas tratados en ellos podrían llegar a ser del agrado de los niños dependiendo del contexto en el cual se utilicen, creo que este no es el caso.

domingo, 1 de noviembre de 2009

La carpeta y el estuche

La carpeta esta feliz por guardar todo lo que se le manda. Hace que se sienta llena cuando las hojas, ya sean cuadriculadas o folios, grandes o pequeñas, de colores o no, la hacen participe de sus secretos, secretos que ella guarda con amor e ilusión. Procura darles consejos, pero sobre todo las protege.
El estuche siempre guarda a los bolígrafos, lápices y demás en su interior, pero nunca habla con ellos, lo único que hace es abrir la boca para que entren y cerrarla para que no se escapen, pues son muy pequeños y traviesos. El estuche se siente vacío.
Ambos van metidos dentro de la mochila todas las mañanas, junto con la agenda y con alguna otra cosa que la dueña haya metido corriendo por las prisas de llegar temprano. Aunque todos dentro van armando jaleo y están deseando salir para comenzar con sus funciones, la carpeta, que se preocupa de todos, siempre intenta que el estuche participe con los demás, pero el nunca quiere.
Un día, después de hablar con agenda, la carpeta decidió hablar con estuche. Ambos estaban en el pupitre, pues la dueña, se encontraba en el recreo y había dejado ambas cosas en la mesa.
- Estuche, hazme caso, por favor, quiero hablar contigo- dijo carpeta abriendo las tapas.
- Chsss, chsss, los lápices duermen, -dijo estuche abriendo muy poco la cremallera.
- ¿Por qué eres infeliz?- pregunto curiosa carpeta- Tienes la misma función que yo, o por lo menos parecida.
- Por supuesto que no, ¡no compares!
- ¿No te gustan tus compañeros?
El estuche no le contestó, en ese momento la humana entraba en la clase con unas amigas y debían callar. Cuando llegaron a casa, tras terminar de escribir todo lo que le habían mandado en clase, la dueña, se puso a limpiar el estuche, tiro unos cuanto bolígrafos, y carpeta observo asombrada como estuche perdía un hilo de la fotografía que llevaba cosida en su tripa.
Cuando la dueña se fue al ordenador, carpeta repto hasta estuche.
- ¿Por qué has perdido un hilo?
- No lo sé, supongo que por lo que guardo dentro.
- Creo que se por que no te gusta hacerte amigo de los demás, es porque guardas a los que mueren.
- Exacto ¿Cómo quererles cuando luego se van para no volver jamás?
- Pero si no lo haces, nunca les conocerás. Puede que te pierdas conocer a un amigo especial.
- ¡No quiero conocerles si se van a ir!
- ¿Sabes?, por eso pierdes hijos.
- ¿Cómo?
- En cada oportunidad que pierdes de conocerlos, se muere algo de ti mismo. Tienes que aprender que amamos y lloramos, pero siempre tenemos derecho a vivir. Y si no te sientes bien contigo mismo, al final, te perderás y morirás.
- ¿Entonces? ¿Tengo que ser feliz por saber que morirán?
- No, nunca te sentirás feliz por la desdicha de alguien, pero mírame a mi, yo guardo todo tipo de hojas, algunas mueren, otras nacen, otras cambian y otras nunca cambiaran, pero las quiero a todas. Lloro cuando se van, sonrío cuando llegan y río con lo que me cuentan, guardo secretos y doy consejos, pero vivo. Y tu hace tiempo que dejaste de hacerlo.
- Pero tengo miedo.
- Siempre se tiene miedo a lo nuevo, pero para quitárselo, debes empezar paso a paso.
En ese instante estuche se hizo la promesa de intentar cambiar, aunque no se lo dijo a carpeta por si no lo conseguía, no decepcionarla.
Cuando la humana dejo los bolígrafos y lápices nuevos en el estuche, estos saludaron a su nuevo guardián. Durante unos minutos estuche no dijo nada, pues pensaba en lo que le había dicho carpeta hasta que vio cómo ésta abría y cerraba las tapas intentando decirle algo
- Hola, nuevos bolígrafos, bienvenidos, yo os guardaré y protegeré.
A partir de ese momento, carpeta y estuche se hicieron amigos. Ambos comentaban las cosas que ocurrían dentro de ellos, normalmente reía, pero a veces lloraban. Sin embargo lo mas importante es que aprendieron que todo nace, transcurre, cambia o no y finalmente muere, pero no implica que se sea feliz, pues si piensas como pensaba antes estuche, nunca te sentirás vivo, feliz y completo.